domingo, 18 de agosto de 2013

Sexplora conmigo

Me encanta compartir con personas de todo tipo (de diferentes ideología, religión, credo) ya sea mi familia, amigos, conocidos, desconocidos, vecinos, extranjeros, paisanos; quienes sean,  porque siempre por muy corto que sea el encuentro, por muy poco que los vea, por muy simple que se torne una conversación, siempre hay algo nuevo que aprender  y ¿les confieso algo? me considero adicta a aprender y enseñar.

Somos seres sociales por supuesto, no es nada nuevo, que cada cierto tiempo tengamos esa necesidad de decirle a un amigo para ir al cine, caminar sin rumbo conversando, tomarse unos tragos o un café, tener una charla amena en una plaza con un desconocido, amanecer chateando con alguien a quien muy pocas veces le hablas o intercambiar tu celular con alguien porque quisiste. Aprovechar estas situaciones ¡me encanta! y les puedo asegurar que muchas cosas que he aprendido lo he hecho “por cabeza ajena”, “alguien me lo contó”, “Fui imprudente, necia y preguntona”.

Por mi personalidad un poco hiper-activa, sociable y para muchos exasperante (porque hablo demasiado) podría conversar de cualquier tema random en un día (mañana, tarde, noche) con quien sea, en donde sea y en la posición que sea y te puedo asegurar por experiencia propia que en cualquiera de las situaciones siempre en algún momento se llegará al tema (que a mí me encanta) que siempre se toca,  el sexo (sólo el  tema, no los órganos sexuales).

Tener cara, no, no, mejor decirlo así; ser percibida como vieja (siempre he aparentado mucha más edad tanto física como mentalmente), pervertida (no se de verdad porque me han dicho eso), averiguadora y conversadora (hablo y pregunto muchísimo), me han ayudado o empujado a conversar con muchos tipos de personas, de diferentes edades, de muchas partes del mundo, con pensamientos, intereses, metas totalmente opuestos o parecidos a los míos, a fin de cuentas siempre ocurre algo en común, nos une el sexo (sólo el tema).

Es extraño ver cómo en nuestro país podemos salir casi desnudas a la calle (en el caso de nosotras las mujeres) pero nos avergüenza ir al ginecólogo o hablar de sexo, a los hombres les encanta hablar con sus amigos acerca de las mujeres con las que se acuestan y sus anécdotas pero les da pena contarles a sus parejas acerca de sus fantasías o deseos sexuales. Vivimos con una doble moral, en un país machista y lleno de desinformación que genera más dudas, más mitos más embarazos precoces, más ETS y más cosas que de seguro vienen a tu mente y no dices (pero de seguro quieres hacerlo). 

Soy como los sacerdotes: “¡sólo digo pecados más no pecadores!” de las experiencias que me han ayudado a crecer, ver el sexo y la sexualidad siempre con los ojos y la mente más abiertos y que compartan conmigo (si no has compartido en persona conmigo, de seguro lo harás) este viaje de anécdotas, perspectivas y locuras que siempre hay en nuestro camino.

Quiero compartir contigo, saber qué piensas aprender de ti y así ayudarme a enseñar, quédate con nosotros y Sexplora 

Verónica @impervero

Síguenos en Twitter @sexplora

Sigue a @kwakate
 Kevin el Productor



jueves, 8 de agosto de 2013

Feliz día del Orgasmo

Si eres mujer y estás leyendo esto, te pido que recuerdes tu primer orgasmo.



Mi primer orgasmo lo recuerdo tan bien y eso que fue hace mucho tiempo, época en la que sólo era una niña. Recorriendo mi cuerpo y acariciándolo como siempre, empecé a acariciar esa zona que mi mamá decía no se debía tocar (a menos que fuese para secarme al ir al baño a orinar, o lavarme en la ducha) pero se sentía tan rico, tan suave, tan especial que no podía parar. Esa sensación tan grande en el cuerpo de una niña tan pequeña y frágil, pero que me transportaba al espacio e imaginaba en mi mente todas las cosas que me hacían feliz, como jugar con mis hermanas, comer helado, dulces, los besos y abrazos de mis padres, que sentimientos tan inocentes y tan puros, volar sin alas, acelerarte sin siquiera caminar, amar sin pensar, sólo amar, disfrutar de esos momentos que no sabes que significan, pero los vives de corazón así no sepas que son los que te marcarán más adelante la razón.