Sentada en un bus, esperando encontrar algún rumbo estaba Alice. Detallaba a cada uno de los que subían al bus, pero ninguno le parecía interesante, hasta que subió ELLA. Inmediatamente los ojos de Alice hicieron contacto con los de aquella chica que acababa de sentarse diagonal a ella y ambas compartían miradas. -¿Te conozco?- le preguntó ELLA a Alice. –No- respondió Alice, esbozando una sonrisa y añadió inmediatamente –pero, me gustaría que me conocieras.
Alice, se sentó en el puesto de al lado de ELLA y estuvieron conversando un rato hasta que se aproximaba la parada de ELLA. -¿Tienes planes para hoy?- preguntó ELLA -No realmente- dijo Alice. -Si quieres ven a mi casa y seguimos conversando, te invito la cena.
Ambas bajaron en la parada de autobús y caminaron 2 cuadras hasta la casa de ELLA, al llegar siguieron conversando como dos grandes amigas que tenían mucho tiempo sin verse. Estaban sentadas cómodamente en un sofá hablando, ELLA se acerca más de la cuenta y le quita una hoja de algún árbol que tenía en el cabello. Era un momento fascinante para Alice, le parecía que ELLA era encantadora, inteligente y muy linda. Alice no podía contenerse, se acercó a ELLA lentamente la sujetó por la cara y la beso en los labios, ELLA no puso resistencia. Los besos se fueron prolongando, las caricias eran más intensas y ELLA interrumpió diciendo:-Yo no soy lesbiana- con las mejillas rojas, apenada por lo que acababa de ocurrir. Alice replicó: -Yo tampoco lo soy, sólo déjate llevar y más tarde actuarás como que nada ocurrió- dijo sonriendo y acercándose para volver a besarla. Alice sabía lo que hacía, cada beso que le daba a ELLA la ponían más húmeda y la hacían olvidarse de todo lo que en su mente resonaba era “INCORRECTO”, le quito poco a poco la ropa, empezando por la blusa que llevaba y luego el brasier, Tenía unos senos perfectos pensaba Alice y al pasar su lengua por ellos notaba cuánto le gustaba a ELLA, los lamía, los mordisqueaba y chupaba, ELLA gemía de placer y no quería que Alice parase, mientras mordía sus senos empezó a desabrocharle el jean, bajó su cierre, bajo un poco su blúmer e introdujo su mano buscando su clítoris y acariciándolo, mientras Alice no podía dejarle de lamer los senos y masturbarla, ELLA entraba en un trance en el que nadie existía sólo Alice y sus orgasmos. Alice paró, sacó la mano de los pantalones de ELLA y lamió de sus dedos el rico fluido que la vagina que ELLA emanaba producto de su excitación. ELLA bajó por completo sus pantalones y quedó completamente desnuda frente Alice, la beso y ayudó a desnudarla. Ambas desnudas se besaban, se acariciaban, mientras cada una introducía uno o dedos dentro de la vagina de la otra. Alice empujó a ELLA y cayó sentada en el sofá, Alice se agachó y la jalo por las caderas de manera que su vagina quedaba por fuera y era más accesible para chuparla. ELLA sentía el mismo goce que sentía hace unos minutos mientras ella lamía sus pezones ahora Alice succionaba y penetraba su vagina con su lengua y lo alternaba con uno o dos dedos, mientras venía uno y otro orgasmo Alice notó que a ELLA ya le temblaban las piernas, la empujó por los hombros contra el sofá la beso, recogió su ropa y se despidió. ELLA le dijo en una voz entrecortada: -¿estar con todas las lesbianas es así? –No lo sé- respondió Alice fríamente mientras se vestía, -yo aprendí todo lo que sé de un hombre- A continuación cerró la puerta y se fue. ELLA no podía pararse sentía que si se levantaban sus piernas no le responderían. Nunca le comentó a nadie lo ocurrido, aprendió a ser más abierta sexualmente estuvo con hombres y mujeres, pero nunca volvió a ver a Alice, sólo sabía que ese día había recibido todo el placer que no había recibido durante toda su vida y que jamás se imaginaría provendría de una mujer. Mientras tanto Alice espera en otro bus, en una ruta completamente diferente, sin rumbo, a un desconocido que tiene esa luz que Alice muy bien conoce y no se negará a los placeres del sexo que a ella tanto disfruta brindarles.